Venecia se convirtió en la primera ciudad del mundo en la que es necesario registrarse y pagar para visitarla. Los turistas resignados, pero sin protestar, aceptaron el pago del ticket de 5 euros para poder entrar, mientras que los habitantes se manifestaron contra una medida que consideran inútil.
Desde el ayuntamiento se explicó que durante la mañana habían llegado a Venecia 110.000 personas, de las cuales sólo el 10 % pagaron la entrada de acceso.
Algunas asociaciones de habitantes se concentraron también en Plaza Roma para protestar por una medida que consideran un “impuesto” que no cambiará la situación.
Vale recordar que están exentos los habitantes de la región de Véneto, los que se alojan en los hoteles venecianos o en casa de familiares, entre otros.
Situada en el noreste de Italia, la ciudad se erige sobre un conjunto de islas a orillas del Mar Adriático. Un paseo en góndola por sus canales, ya sea solo o en compañía, es una experiencia mágica para descubrir los rincones más bonitos de la capital del Véneto.
Venecia cuenta además con un rico patrimonio cultural y arquitectónico en el que destaca por encima de todo la Plaza de San Marcos. Esta preciosa plaza embelesa al visitante con su diseño, que cautivó al mismísimo Napoleón.
La Galería de la Academia, los mercados de la ciudad o la bella iglesia barroca de Santa Maria della Salute son algunos de los enclaves que merece la pena admirar, así como la isla de Torcello, el lugar donde se originó la diócesis que daría a Venecia el estatus de ciudad.
Por el momento son 29 los días en los que se podrá ingresar en la ciudad sólo con reserva y pago para quienes no se alojen en la laguna.
No habrá torniquetes y unos 200 inspectores entre controladores y agentes municipales se dedicarán a revisar aleatoriamente la posesión del código QR que da derecho a entrar tras pagar los 5 euros por Internet. (DIB)