La Biblioteca Pública Popular “Juan Francisco Ibarra” de la ciudad de 25 de Mayo celebra este domingo el Centenario de su fundación, con un acto protocolar a las 11 horas en el tradicional edificio de calle 9 y 27. El evento es organizado por la comisión normalizadora que preside Gerardo Martin, que lucha a diario para conservar y mantener vigente una institución que es patrimonio de toda la comunidad.
Los tiempos no son nada fáciles. Como consecuencia de un vacío institucional y de gestión de más de una década, que incluso provocaron en 2011 la pérdida de la personería jurídica, sin respaldo municipal y con las dificultades que implica poder generar recursos genuinos, la Biblioteca sobrevive en tiempo donde la tecnología parece dejar al papel cada vez más rezagado.
Más allá de esto, la lucha está centrada en llevar a la entidad hacia la comunidad. Por eso las participaciones que, durante el último tiempo, se han dado en diferentes establecimientos educativos del distrito, tal como ocurrió hace pocos días atrás, participando en la Maratón de Lectura en la localidad de Mosconi, en el sur del partido, con jornadas de trabajo en la escuela primaria, el jardín de infantes y en el predio de la estación del ferrocarril.
“Hay que llevar la Biblioteca a la calle”, remarcan una y otra vez los integrantes de la comisión normalizadora, advirtiendo al mismo tiempo las dificultades que las escuelas encuentran al momento de pensar en una visita al edificio de calle 9 y 27., donde descansan miles de libros que han pasado por otras tantas manos, en afán de compartir cultura.
La presentación de libros, así como ocurrió semanas atrás con Ana María Spreafico, y como sucederá en breve con Daniel Tordó, es otra de las facetas en que la Biblioteca Ibarra se sigue destacando, con un patrimonio textual que se mantiene a lo largo de los años, así como con la donación de libros que habitualmente se producen gracias a los vecinos que colaboran con la entidad.
Lo cierto es que los números siguen acuciando y la realidad no esconde los golpes, jaqueando a una institución cultural centenaria que más allá de los avances de la tecnología y de las nuevas generaciones alejadas del papel, sigue marcando la pertenencia y es parte de la historia de cada uno de los vecinos de la ciudad de 25 de Mayo.