Una familia tipo necesitó un ingreso de $ 44.521 para no caer bajo la línea de la pobreza en julio, mientras que debió obtener $ 18.322 para no ser indigentes, según informó esta tarde el Instituto Nacional de Estadística y Censos.
La canasta básica total (que se usa para delimitar la línea de la pobreza) se incrementó el 1,6% en julio con respecto al mes anterior, y un 39,4% en los últimos 12 meses. En tanto, la canasta básica alimentaria se incrementó en el mismo nivel (1,6%) respecto de junio, pero acumula un 43,6% de suba en un año.
Con estos incrementos, una familia tipo integrada por una pareja adulta y dos niños necesitó en julio $ 44.521 para no caer en la línea de la pobreza y $ 18.322 para no ser indigentes.
La indigencia se mide por la canasta básica alimentaria (CBA), que tiene en cuenta los requerimientos kilocalóricos y proteicos imprescindibles para que un varón adulto de entre 30 y 60 años, de actividad moderada, cubra durante un mes sus necesidades más básicas. En tanto, la pobreza se define por esos mismos valores, pero se suma además los bienes y servicios no alimentarios.
A raíz de la crisis derivada de la pandemia del coronavirus, diversos sectores consideran que la pobreza crecerá exponencialmente hacia fin de año: el Observatorio de la Deuda Social de la Universidad Católica Argentina (UCA) estimó que rondaría el 50%