Ni siquiera los barbijos pudieron disimularlo. Cuando la presidenta de la Asamblea de Concejales y Mayores Contribuyentes Cecilia Pezzelatto anunció la aprobación de la Ordenanza Fiscal e Impositiva 2020 por mayoría absoluta, los rostros de los ediles reflejaban no la satisfacción de haber dado lugar finalmente a la cordura y consenso en el tratamiento del proyecto elaborado por el Ejecutivo, sino más bien eran la fiel expresión del alivio y el sosiego tras haber logrado sortear, aun contra las cuerdas, la semana más oscura que tuvo que enfrentar el Deliberativo desde su nueva conformación el pasado mes de diciembre.

Lo que para algunos era, en la antesala, un “hecho histórico” por el lugar y por el momento en que se daba este tratamiento, enmarcado en una emergencia sanitaria por el coronavirus que obligó a trasponer los muros de calle 10 y 27 llevando la sesión al Salón Blanco municipal, sin dudas que terminó convirtiéndose en realidad. Pero no porque fuera ése en definitiva el relieve que tomó la Asamblea, sino por las turbulencias que enmarañaron la cuestión, dejando en el “ojo de la tormenta” a un Concejo Deliberante que terminó expuesto ante la comunidad de 25 de Mayo.

Después del cierre abrupto que tuvo la primera parte de la sesión hace una semana atrás, con aquella votación de 16 a 13 en favor del oficialismo que abrió la grieta y sembró interrogantes sobre el futuro de la Fiscal e Impositiva, sin dudas había que dar respuestas. Respuestas y una salida que la propia Pezzelatto no tuvo, no quiso o no pudo llevar adelante en medio del desconcierto. Respuestas y una salida que, consumada la sanción de la ordenanza, aclaró –por si hiciera falta- que no podía hallarse en otro lugar más que en la apertura de un diálogo político que había estado ausente en la preparatoria, y que felizmente renació en las sucesivas reuniones de la Comisión de Labor.

El intendente de 25 de Mayo Hernán Ralinqueo ya tiene su Ordenanza Fiscal e Impositiva, y así lo celebró horas después de su sanción destacando a los mayores contribuyentes participantes de la Asamblea “por la predisposición y cumplimiento de su deber cívico”, afirmó, valorando al Concejo Deliberante por el trabajo realizado “interpretando la situación histórica que vivimos”, y destacando además “la generación de consenso en función de fortalecer el Estado municipal y en definitiva, revitalizar el funcionamiento democrático”.

Sin embargo, también es cierto que el desembarco que el mandatario comunal realizó horas después de la primera y truncada sesión en el ámbito legislativo, exponiendo jurisprudencia para solicitar expresamente a la presidenta de cuerpo dejar de lado los tradicionalismos y llevar adelante la revisión de los índices utilizados para definir la mayoría absoluta, aprobando en general y dando paso así al tratamiento en particular de la ordenanza, fue una “bomba” que a punto estuvo de estallar y que de hacerlo, habría generado una onda expansiva sin precedentes.

La cuestión, en efecto, fue critica. Las instancias judiciales a las cuales desde una parte de la oposición se pretendía llegar, aduciendo una instigación de Ralinqueo a cometer un delito con la pretensión de falsear un documento público, y poniendo también la mira en el desempeño de su función, fueron posiblemente el punto de quiebre y al mismo tiempo, la puerta abierta al diálogo, más allá de que la controvertida ausencia de los ediles Mauricio García y Marcelo Landaburu en la Asamblea de este miércoles haga presumir que no es éste un capítulo cerrado ni mucho menos, no solo con el titular del Ejecutivo sino también dentro del interbloque Cambiemos y Juntos por el Cambio, donde seguramente queda mucha tela por cortar.

Con la certeza de tener que dar respuesta a las demandas de un Gobierno enfrentado a un contexto incierto hoy y a futuro por la pandemia del coronavirus, obligado a la toma de decisiones diarias sin margen de error, tanto el oficialismo como la oposición se vieron forzados a abandonar los discursos políticos y avanzar entonces en una instancia de diálogo tan imprescindible como tardía en este caso, pero al fin y al cabo en extremo necesaria para desentrañar la encerrona legislativa en la que se habían metido, unos en el intento de generar un nuevo ámbito de negociación, los otros por mantenerse sordos ante las demandas.

En este sentido, fueron los propios concejales de ambos lados y la propia titular del HCD quienes, abriendo la segunda parte de la Asamblea, le dieron valor al consenso obtenido a partir del trabajo realizado “puertas adentro” en la última semana. Y así hoy el Ejecutivo municipal puede contar con la readecuación de las tasas del 53,8 por ciento, acorde al índice inflacionario del 2019, como también con un fondo emergencia para el sistema de salud, “caballito de batalla” de Ralinqueo y sus funcionarios cuando el fuego cruzado arreciaba, de acuerdo a los deseos del propio Intendente.

La exención del pago de tasas a los comercios afectados por la cuarentena es otro de los logros celebrado por el jefe comunal, que al mismo tiempo debió ceder en la idea de una actualización impositiva en septiembre próximo a partir de los nuevos precios del gasoil, y en la creación de otro fondo, en este caso afectado a obras de mantenimiento (bacheo). En tanto de ambas partes se consiguió avanzar en una mejora, también relacionada a la inflación del año pasado, en los recursos que se destinan a los cuarteles de Bomberos Voluntarios de todo el partido.

Consecuencia de un esfuerzo mancomunado, ciertamente forzado por las circunstancias que envolvieron a la Asamblea de Concejales y Mayores Contribuyentes, el hecho de haber logrado la aprobación de la Ordenanza Fiscal e Impositiva tal vez sea el punto de inflexión esperado en el seno de un Deliberativo plagado de los vicios de la política, sumido en duelos partidarios que por sórdidos, no hacen más que alentar la aparición de nubarrones que oscurecen su labor y lo hacen caminar cerca del abismo, dejando de la lado una manera de hacer política, que es en definitiva la que esperan todos los veintincinqueños, con el bienestar común como único horizonte.