Tras el escándalo, José Bau dejó de ser el director técnico de Unión Apeadero

La comisión directiva del Club Unión Apeadero de Saladillo emitió un comunicado en el cual expresaron su máximo repudio ante los episodios de violencia vividos ayer en el partido de ida de la final entre Defensores de Del Carril jugado en su estadio, y anunció la separación de José Bau como director técnico del equipo de Primera División, luego del escandalño por el golpe que le propinó al DT carrilero, Luciano Falasco.

“En ese sentido, manifestamos toda nuestra solidaridad con quienes fueron víctimas de ello, especialmente con el director técnico del Club Defensores de Del Carril, Luciano Falasco, quien inmediatamente fuera asistido por los doctores Crognale e Istillart y luego trasladado en ambulancia hacia el Hospital donde, después de realizarle los estudios, fue dado de alta”, indicaron.

Por su parte, resaltaron el comportamiento ejemplar de los jugadores de ambos equipos, así como también de la multitud de espectadores y de todo el resto de los asistentes que antes, durante y después del partido no generaron ni un sólo incidente dentro del predio del estadio.

Pero por otra parte, indicaron que sienten bronca e indignación por lo sucedido después en las afueras, ya que la institución tomó todas las medidas que le fueron solicitadas por los organizadores de la competencia y por las fuerzas de seguridad.

“Se pagó por 12 efectivos policiales, se contó con la presencia del Grupo GAD y se contrataron 6 trabajadores de seguridad privada. A su vez, el club realizó una importante inversión en la infraestructura del estadio para que las parcialidades ingresen y egresen por puertas diferentes, así como también para dividir el predio de manera que no tengan contacto entre sí, tal como ocurrió”, señalaron.

“Va de suyo que el club no tiene competencia para actuar fuera del predio deportivo, donde se generaron los restantes disturbios casi una hora después de finalizado el partido, ya que ello es una potestad de las fuerzas de seguridad. Hoy sentimos una profunda tristeza por lo ocurrido ya que nadie quiere que el fútbol, en vez de ser una fiesta, termine en otra cosa. Particularmente sentimos esa tristeza quienes trabajamos todo el año de manera gratuita para que el club sea un lugar de contención de cientos de chicos y de chicas que encuentran en Apeadero mucho más que un lugar donde jugar al fútbol”, cerraron.