“Pongamos toda nuestra vida ante la mirada de la Virgen. Eso hará que podamos experimentar su ternura y, sin dudas, el abrazo de nuestra madre nos va a dar las fuerzas para seguir adelante, apoyamos en la fuerza que viene de Dios y que nos llega de los brazos tiernos de María”.
Con este mensaje, el obispo Ariel Torrado Mosconi se dirigió a los fieles que colmaron el templo parroquial, celebrando el Día de la Virgen del Rosario, patrona de la ciudad de 25 de Mayo.
La jornada de festejo para la comunidad católica veinticinqueña comenzó con una caravana que llevó la imagen de la Virgen en una recorrida por distintos puntos de la planta urbana, para cerrar con la Santa Misa que en su honor presidió el Obispo de la Diócesis 9 de Julio.
“Celebrar a nuestra patrona es reconocer que estamos cuidados por la Virgen, y eso es algo hermoso”, afirmó Torrado Mosconi en su homilía. “Nuestra Señora del Rosario nos invita a la advocación de las Santísima Virgen, que se viste con distintos ropajes, pero siemre es la única madre de Dios, de Jesús”.
El sacerdote afirmó además que este día “nos recuerda la importancia de la oración del rosario, simple y sencilla, para contemplar los misterios de la vida de Jesús. Rezar el rosario es unirnos a María para contemplar los misterios de la vida de Cristo, los momentos de gozo, de gloria. Pero también los momentos de dolor”.
“Contemplar los misterios es contemplar la presencia de Dios que se nos revela en lo concreto de nuestras alegrías, gozos y dolores”, remarcó. Y pidió “ponernos ante la mirada de la Virgen en los momentos de dolor de nuestra vida y también en los momentos de gozo”.
“La Virgen Santísima nos acompaña todos los momentos y circunstancias de la vida, y es hermoso saber que tenemos una madre que ha estado siempre y estará siemopre mirando por nosotros. Por eso, en esta celebración pasemos toda nuestra vida y la de nuestra familia, como si fuera una pelicula”, reclamó.
“Pongamos toda nuestra existencia ante la mirada de María, sobre todo en estos tiempos difíciles que vivimos despues de la pandemia, en nuestra patria y también en nuestras familias. Que toda nuestra vida sea como un rosario, poniendo nuestras alegrías y dolores ante la mirada de Dios”, enfatizó.
La Virgen, por la ciudad
La caravana partidó desde la Parroquia, en calle 10 entre 27 y 28, y pasó por cada una de las comunidades cercanas a las distintas capillas, por el cuartel de Bomberos Voluntarios y por el Hogar de Ancianos, donde tuvo el acompañamiento de muchos vecinos.
De esta forma, hubo paradas en calle 36 entre 1 y 2 (barrio Capilla Nuestra Señora del Carmen y Hospital), en 1 y 30 (barrio Capilla Nuestra Señora de Fátima); y en 22 entre 8 y 9 (Cuartel de Bomberos).
También en calle 19 y 12 (barrio Capilla Nuestro Señora de Luján); en 24 y 15 (Hogar de Ancianos y barrio Capilla San Cayetano); y en 16 y 31 (barrio Capilla Nuestra Señora de la Medalla Milagrosa); hasta el regreso al templo, donde se celebró la misa.
