En la tercera edición de su libro “Desconocida Buenos Aires, escapadas soñadas”, el escritor Leandro Vesco le dedica varios párrafos a Saladillo.
Previo a la publicación, cuyo prólogo pertenece al reconocido Pietro Sorba, el autor se interiorizó sobre las características de este distrito ubicado geográficamente en el centro de la provincia de Buenos Aires, consultando distintas fuentes.
Entre otros, dialogó con el doctor Alejandro Mariotto, creador de los blogs “Cazón, el pueblo del millón de árboles” y “Toledo Pueblo” y ferviente promotor del turismo rural.
En el segmento “Para conocer”, Vesco menciona a Saladillo como a una de las “grandes localidades, en términos bonaerenses. Tiene todos los servicios. Su centro cívico es digno de visitar. Los comercios del centro, la plaza y sus bares históricos, las veredas adornadas con tilos añosos. Cuando florecen, el pueblo se perfuma por completo”.
“Aquí es simple, si la cosecha es buena, se nota en las calles. Un buen plan es conocer los pueblos del distrito, los tiene y son pintorescos, como Polvaredas (menos de 500 habitantes) donde está el bar Luna Park de intensa actividad social y más de 50 años de historia en el pueblo. Muy recomendable su menú y lo mejor es quedarse a ver alguna banda de música que suele llegar e improvisar. Es un bar muy querido con una importante legión de seguidores. Le da vida al pueblo”, señala el escritor.
“Otro recorrido es ir a conocer Álvarez de Toledo, pequeño pueblo de calles de tierra. Bellísimo. Detenido en el tiempo, con la magia propia de las pequeñas comunidades. Un detalle: es muy arbolado. Impacta el verde y el cambio del color de las hojas en cada estación, donde cambia la postal. Especial para salidas fotográficas. Sus habitantes (menos de 250) se abren al visitante.”
“Una esquina concentra la atención, el restaurante y peña El Puntal. Saca mesas a la vereda. Tranquilidad asegurada, también hay un parque público con fogones y juegos para niños. Mucho espacio.”
“Siguiendo con el recorrido, imperdible la visita a Cazón, el pueblo de un millón de árboles. Cuenta con uno de los viveros más importantes del país. Una rareza, aquí se encuentro el denominado ‘Dedo de Dios’, un inmenso pino de más de diez metros de alto.”
