Reclamos por el estado de varios caminos rurales

El camino desde El paraje El Descanso, que pasa por la Escuela 21 hasta la esquina del Puesto de Arriaga, unos 10 kilómetros, tiene varias hondonadas profundas, incluso en la entrada al campo de la familia Conserva existe una que evidencia peligrosidad, como todo el resto para quienes no conocen la zona

Hondonada en el camino El Descanso-Esquina Arriaga

Durante éstas últimas semanas mucho se ha hablado de la situación de los caminos rurales de Roque Pérez, por lo que La Mañana realizó una recorrida para analizar la situación de la red vial principal que conduce desde el uartel 8º y otros, hacia la planta urbana.

El camino desde el paraje El Descanso, que pasa por la Escuela 21 hasta la esquina del Puesto de Arriaga, unos 10 kilómetros, tiene varias hondonadas profundas. Incluso en la entrada al campo de la familia Conserva existe una que evidencia peligrosidad, como todo el resto para quienes no conocen la zona.

Desde la esquina del recordado “Boliche La Azotea” en adelante, los vehículos que transitan deben atravesar un verdadero laberinto para pasar. Hay que tener en cuenta que este tramo brinda salida a quienes salen de pParaje La Argentina, Juan Atucha, Juan Tronconi y lo profundo del Cuartel 8º.

Vecinos del lugar mencionan que este “es un camino arenoso”, por lo tanto es de fácil arregloe, reclamando en este sentido la presencia urgente de maquinarias.

El tramo que une el puesto de Arriaga con la estación Tronconi ofrece la misma postal, con algún deterioro menos, pero con una sola mano; y en la recta que conduce hasta la entrada de la estancia El Socorro, las cortadas y los huellones son más que visibles.

Lo mismo ocurre en el camino desde la estación Tronconi hasta unirse con el que va a la Escuela Nº 16, donde en partes existe una sola huella, y en la zona de cañadones, perdura un alteo de entoscado realizado hace aproximadamente dos años y medio.

El mismo panorama existe cuando se retoma el camino hacia el Boliche El Cardalito, donde hasta la entrada de la familia Nasela, el alteo que se hizo hace tres años garantiza transitabilidad, pero el resto de los kilómetros demuestran que falta mantenimiento.

Desde El Cardalito hasta la Escuela Nº 10, la falta de presencia de maquinarias es una realidad porque es donde se nota que el pasto de ambos laterales de la calle ha ido ganando y achicando la senda de paso.

Frente a la estancia La Alegría

Por las estancias La Alegría y Santa Rosa, que termina en el límite con el puente Las Flores, hay huellones y se ha marcado en el medio del camino un borde con pastizales, que todavía esta transitable por el alteo realizado hace dos años.

Desde el Boliche El Cardalito, pasando por la Escuela Nº 9, las imágenes no cambian y en la medida que uno se va acercando al puente de Atucha sobre el arroyo Saladillo, se notan nuevamente las hondonadas, que luego se repiten huellos frente al campo “El Lucero” de la firma Del Barrio.

En la mayoría de los kilómetros recorridos, se observa que el pasto de la cuneta ha ido ganando la calle y en varios tramos el camino tiene una sola mano, quedando en el resto huellones de las recientes lluvias.

En ambos lados o tal caso en uno de ellos, se observan montones de tierra que una motoniveladora podría volcar a la calle, para de esta manera “abovedarla” como mencionan los productores, agregando que “de esta manera hoy cuando llueve hay caminos que se transforman en ríos, porque el agua no tiene escurrimiento” señalan.

También es observable la rotura de alcantarillado en algunos sectores.