“Hay una gran tarea por delante, ya con ocho mil viviendas en ejecución que hoy están paralizadas producto de la devaluación de diciembre y que hay que hacer un importante trabajo administrativo para poner en marcha. Está la decisión política de terminar todas esas viviendas a pesar de los importantes recortes que viene implementando el Presidente Javier Milei a la Provincia”, afirmó Ralinqueo, flamante subadministrador general del Instituto de la Vivienda bonaerense.
El ex mandatario veinticinqueño comenzó su gestión con reuniones con intendentes junto al administrador Diego Menéndez y la ministra de Hábitat y Desarrollo Urbano, Silvina Batakis. “Trabajo desde el edificio del Ministerio de Infraestructura en calle 7 de La Plata en contacto permanente con técnicos del Instituto de la Vivienda y en coordinación con el administrador Menéndez, con quien tengo muy buena relación y conozco ya desde mi función de Intendente”, dijo.
Y agregó: “Esta semana nos reunimos con el intendente de Castelli, Francisco Echarren, y el de Junín, Pablo Petrecca; además del de Saladillo, José Luis Salomón, que lo visitamos el último sábado. Allí tomamos nota de los distintos proyectos de viviendas que presentan los municipios y avanzamos en los que están en marcha”.
Ralinqueo también dijo que “recibí la inquietud de nuestros concejales que planteaban las obras para el barrio Agumin de agua, gas y cloacas. Eso está garantizado por el Instituto Provincial de Vivienda ya que hay un expediente que yo mismo había presentado en agosto del año pasado solicitando un subsidio para que el Municipio las haga. Son obras que las tiene que hacer el Municipio”.
“El dinero lo va a transferir la Provincia, simplemente es una cuestión de gestión de Gobierno local ya que la decisión política del Gobernador es que en cada lugar de la provincia tienen que estar presentes las políticas que se ejecutan desde el nivel central”, concluyó.
