El presidente Alberto Fernández, junto al ministro de Economía, Martín Guzmán, presentó este lunes el proyecto de Renta Inesperada que afectará a empresas con ganancias de más de $ 1.000 millones en 2022, y le envió un fuerte mensaje al Congreso para que debata y apruebe la norma ya que tienen, dijo, “la obligación de acompañar”.
“No estamos irrumpiendo con ninguna norma tirada de los cabellos, sacada de la galera. Estamos haciendo algo que el mundo hizo antes y hace ahora. Y no lo hacen los países que aplican regímenes no democráticos o que están volcados a la izquierda. Lo hace Gran Bretaña, Italia, lo plantea Estados Unidos”, dijo Fernández durante en un acto de presentación del proyecto de ley en el Museo del Bicentenario.
“Siento que tenemos la obligación de dar este debate y el Congreso tiene la obligación de acompañar y sacar esta ley. No es una obligación del Frente de Todos. Es una obligación de todos los diputados y senadores. Necesitamos que en una situación tan ingrata, que no sabemos cuándo va a terminar, unos pocos no ganen tanto en desmedro de las inmensas mayorías”, añadió sobre la norma para gravar la renta a raíz de la guerra entre Rusia y Ucrania.
Minutos antes, Guzmán, resistido por un sector del kirchnerismo, explicó que el proyecto consistirá en “una sobrealícuota sobre el impuesto a las Ganancias de las de sociedades de capital, aplicable al ejercicio fiscal del año 2022” y explicó que la base imponible es una ganancia neta o contable “que supere los mil millones de pesos”.
En ese sentido, aseguró que se trata de un “mecanismo que busca garantizar que en la Argentina haya más condiciones de equidad”, en un marco donde la guerra “afecta a millones y beneficia a muy pocos”.
Asimismo, el ministro explicó que el proyecto gravará los márgenes de ganancias superiores durante este año al 10% y/o cuando el margen haya crecido un 20% respecto al año anterior. Además, explicó que el gravamen tendrá una alícuota del 15% que se pagará junto al vencimiento del Impuesto a las Ganancias de las Sociedades de Capital.
En este contexto, Guzmán dio contexto mundial para justificar la norma. “Hay sectores que se beneficiaron por la guerra dado que los precios que determinan nuestra canasta de alimentos han subido muy rápidamente en el mundo desde la guerra. Lo mismo con la energía. También ha habido impacto en otros sectores en cuanto a los costos. Ha habido un shock a la distribución de los ingresos y las riquezas. Y si no se hace nada, la consecuencia es mayor desigualdad y sociedades que funcionen peor”, arrancó.
Y allí dio el primer mensaje político, sobre todo teniendo en cuenta que desde Juntos por el Cambio algunos dirigentes adelantaron que rechazarán la propuesta. “Decir ‘me opongo a cualquier decisión necesaria para que una sociedad no sufra más desigualdad sean cuales sean las circunstancias que imperen’ es perverso y no nos representa”, dijo. Y apuntó de cara a Fernández: “Y acá Presidente, no solo quisiera que no represente al Frente de Todos sino que tampoco al pueblo”. Luego, no obstante, bregó por el “acompañamiento” del Congreso.