Tras las lluvias de las últimas semanas que generaron excesos hídricos en gran parte de la provincia de Buenos Aires, la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) recortó en 100.000 hectáreas el área sembrada con trigo para la campaña 2025/2026.
Si bien hace un mes había estimado que llegaría a 7,2 millones de hectáreas, la mayor superficie implantada desde 1982 de acuerdo a los registros de la entidad, ahora recortó esas previsiones y las ubicó en 7,1 millones de hectáreas. El trigo, que se cosecha a fin de año, suele generar más de US$3000 millones por exportaciones.
Más allá de estas cifras, la entidad advirtió que nuevas lluvias podrían complicar aún más el panorama del ciclo agrícola en curso. “Se necesita que no llueva ya que agravaría las condiciones de acceso a los campos y podría condicionar el aprovechamiento de los materiales de ciclos largos a intermedios, que deben hacerse en junio”, señaló la BCR.
La estimación inicial era de una siembra récord desde 1982, con 7,2 millones de hectáreas destinadas al cereal. Sin embargo, indicó el reporte, tras los acumulados de entre 200 y 500 milímetros de mayo pasado en amplias zonas agrícolas, especialmente en el nordeste y centro-este de Buenos Aires, se redujo la previsión a 7,1 millones de hectáreas. Aun así el informe destacó que la Argentina atraviesa el mejor escenario hídrico de los últimos cuatro años.
“Al comparar la actual imagen de anomalía de la reserva de humedad en los suelos de Argentina respecto a los últimos 4 años, se ve un panorama muy diferente. La campaña actual muestra mejores perfiles y una situación hídrica general para Argentina muy aventajada respecto de las otras campañas”, dijo el informe.
La proyección de producción para el trigo es de 20,7 millones de toneladas. Estosiempre que se logre un rendimiento promedio de 30,5 quintales por hectárea y se descuenten 300.000 hectáreas como área no cosechada, indicó. Para recordar, el año pasado la cosecha del cereal se ubicó en 20,1 millones de toneladas.
Según el informe, la siembra triguera registra un avance del 23% sobre la intención de área total, cuando el año pasado, a esta altura, ya se había cubierto el 29%. Los problemas se repiten en el sudeste de Santa Fe y en Entre Ríos, donde el barro impide el ingreso de las máquinas y las sembradoras enfrentan dificultades con el rastrojo. También se destacan los problemas de acceso por el mal estado de los caminos y zonas aún anegadas.