Multitudinaria movilización por el femicidio de Rocío González

La marcha se detuvo frente a la Comisaría y el Municipio, donde los manifestantes reclamaron justicia

Llantos, rostros cargados de angustia, bronca, impotencia e indignación y pedidos de justicia a gritos es lo que se pudo observar este sábado por la noche, durante la marcha que se realizó en el centro de Saladillo por la trágica muerte de Rocío González.

La joven, que pronto iba a cumplir 26 años, fue acribillada a balazos por un sujeto que desde el jueves está prófugo.

Madre de un pequeño de 2 años, murió minutos después en el Hospital Dr. Posadas, a causa de las graves heridas.

Renzo Chidichimo, sindicado como autor material del terrible femicidio, es intensamente buscado por la Policía en la zona urbana y rural.

En el marco de la jornada Ni una Menos, la convocante movilización reunió a centenares de saladillenses.

Encabezada por familiares de la víctima, la columna de más de tres cuadras de manifestantes se dirigió por las principales avenidas de la ciudad hasta llegar a la puerta de la Comisaría y luego frente al Palacio Municipal, donde se desplegaron banderas y pancartas exigiendo justicia.

También hubo un micrófono abierto, en el que se expresaron Mariana González, tía de Rocío, y las integrantes de Madres de Pañuelos Amarillos, agrupación que desde hace tres años viene denunciando y luchando contra los casos de abuso infantil.

La protesta, acompañada por el colectivo Vivas Nos Queremos, estuvo enfocada principalmente hacia la Policía, por el hecho de no encontrar hasta el momento al asesino; a la Justicia, por el desamparo al que están sumidas las víctimas de violencia de género; y al Estado municipal, por la falta de respuestas.

“Las mujeres van a la Comisaría (de la Mujer), hacen la denuncia y no pasa nada”, lamentó Mariana, tras señalar que su sobrina tenía botón antipánico desde hace un tiempo porque el sujeto vivía acosándola.

A raíz de las numerosas denuncias de Rocío, la Justicia le había dictado una perimetral (restricción de acercamiento) al agresor. Sin embargo, el jueves fue hasta el lugar de trabajo de la joven y le disparó siete veces.

“Hace dos meses, el RENAR le dio la habilitación para tener arma de fuego en su poder. ¡Cómo puede ser esto!”, manifestó indignada.

“Por la muerte de mi nieta, me arrancaron un pedazo de mi vida. ¡Y juro que voy a seguir con esto hasta que el asesino pague por lo que hizo! Esto no puede quedar impune. No va a pasar como el caso Marisol Oyhanart. ¡La fiscal (Patricia) Hortel se tiene que ir!”, exclamó la abuela de Rocío.