Los padres de estudiantes de la Escuela Técnica Nº 1 de Saladillo realizaron una convocatoria con el fin de solicitar que sea levantado el Centro de Vacunación contra el Covid-19 instalado en su sede, ante el pronto inicio de las clases este miércoles

El reclamo tuvo su manifestación el sábado con una reunión en la puerta de la escuela, en Toledo y Joaquín V. González, en donde se leyeron textos donde enfatizan que la institución, elegida por las autoridades provinciales y de la Región Sanitaria X como posta de vacunación por la condición de sus instalaciones, todavía no fue utilizada para realizar vacunaciones y que dentro de pocos días los estudiantes deberán volver a las aulas para el ciclo lectivo de este año.

En uno de los discursos, remarcaron que ninguno de los padres está en contra de la vacuna contra el Covid-19 “tan esperadas por todo el país porque estamos viendo las consecuencias de su ausencia, no somos necios”, pero que al día de hoy no hay vacunas y, por ende, vacunación.

“¿Qué estamos preservando ahora? ¿Qué no se roben los freezers? Creemos que la vacuna es un bien del Estado y no de un partido político, y se tienen que cuidar de la mejor manera”, dijeron.

La Escuela Técnica de Saladillo, indicaron,  es uno de los establecimientos más grandes de la región y que tiene más de mil estudiantes, y criticaron que cerca de 300 estudiantes deben concurrir a clases a otras instituciones diferentes a la suya en este momento, con los peligros que, consideran, conlleva su traslado, al igual que docentes y profesores.

“Nuestra intención como padres es ser escuchados y del consenso de todos encontrar una solución. Dejemos de politizar la Salud”, sentenciaron.

También exigieron una respuesta al Municipio por esta situación y reclamaron que tanto el Concejo Deliberante como el Consejo Escolar, “nos dieron la espalda ante un reclamo que consideramos justo”, ni se expresaron en contra respecto de la instalación del centro de vacunación.

“Desde la Jefatura Distrital desconocen los problemas de una institución tan grande, desconocimiento incluso de la cantidad de alumnos que tienen que recuperar contenidos. Eso sí, algunas voces salieron a tratarnos de insensibles y que nos falta solidaridad, pero la escuela siempre estuvo presente ante las necesidades surgidas de nuestra comunidad”, denunciaron.

Por último los padres afirmaron que “si el 17 de febrero los chicos no vuelven a su escuela, no hay interés de que concurran a otros centros educativos. Muchos años los chicos fueron usados por los gremios docentes, no dictaron clases y no les importó la educación, por lo tanto no nos hagan responsables de que enviemos a los chicos a otros centros de educación”.