“Recuperemos la libertad igualdad y fraternidad, los logros más destacados de la Revolución Francesa pisoteados en el siglo 21. Existe un país colapsado. Un país, cuyos ciudadanos están perdiendo en muchos sentidos cosas vitales y esenciales… La vida, la libertad y los derechos.
La cantidad de fallecidos y contagiados por Covid, sumado a características orgánicas individuales; no se produce por culpa del mismo, no, la causa es otra: la falta de previsibilidad, la carencia de un plan de estado serio, responsable; la causa es la improvisación.
Si desde el primer momento que se habló de pandemia, existió la posibilidad de las vacunas, ¿Por qué no se salió a comprarlas sin tanto protocolo? Si había países proveedores fehacientes de las mismas, por qué se especuló tanto para su adquisición? ¿Se priorizo el amiguismo, ante la vida? Ni hablemos de lo que significa los vacunados Vip: eso a las claras nos deja ver, que vacunarse era fundamental. Y lo más triste es que los hubo en los tres niveles de poder.
En el marco de un Gobierno que no está a la altura de las circunstancias, y como corolario de ello, el Jefe de la Administración pública señalo que la parte médica “se relajó”. Sin ningún empacho se dijo, siendo el gesto más ingrato que se escuchó en esos días. Hoy se los felicita en la más cínica de las demagogias. ¿Cuál es la respuesta ante lo emergente? Echarle la culpa al ciudadano
Lo señalado arriba tiene que ver con que es más fácil. Nos dieron a entender, que no nos cuidamos, que fuimos desobedientes y que por eso se tomaba la decisión de encerrarnos. Ahora nos piden ser ejemplares y desde más alto de los estamentos vimos fotos sin tapabocas y amontonamientos de todo tipo, y hasta el sepelio de Maradona usado políticamente produjo la aglomeración más grande de gente en estos últimos tiempos Hay una constitución de derechos, que fue dejada de lado. Olímpicamente ignorada en nombre de la pandemia.
Como en la época de la Inquisición decidieron utilizar como arma eficaz el miedo. Miedo y culpa. A sabiendas de que están ante un pueblo que, manso, antepone su Fe, (solicita al Señor su ayuda), dejando postergados sus derechos. Eso se llama abuso de autoridad.
¿Es preciso comunicar que la mayoría de la gente debe salir a buscar su sustento diario? ¿Que debe trabajar porque debe alimentar una familia? No solo eso, sino afrontar la carga impositiva, el gasto que origina los servicios que también son esenciales para vivir, no es solución fabricar billetes y subvencionar a las personas, que es solo un mínimo de lo que necesitan. Ustedes saben y lo hacen, porque así generamos dependencia.
Aquí se debe replantear en consecuencia una economía seria, donde el común busque salir adelante con su dignidad a cuesta y libre. Si se lo considera responsable para su cuidado sanitario, debe recibir idéntica valoración para circular, desempeñarse laboral y socialmente, pudiendo acceder a lo que él decida qué es lo necesario para su vida.
Es nuestra responsabilidad como radicales velar por el bienestar de toda una ciudadanía dolorida, deprimida, apabullada y violentada a diario, con o sin pandemia; pero también somos conscientes que debemos bregar por sus legítimos derechos, los que corresponden no los que se miden con la vara de la infamia a la que nos quieren acostumbrar, para que seamos así, mansos, chatos y sin visión de futuro, un futuro oscuro, incierto, que nos quieren pintar celestial y promisorio todos los días.
Las medidas que se toman son la respuesta a no haber estado a la altura de las circunstancias, en situaciones claras como aceptar la renuncia de un Ministro de Salud que tendría que haber sido denunciado por incumplimiento en los deberes de funcionario público. Que fue reemplazado por quien en jerarquía lo seguía, otra sinrazón.
La sociedad esta harta pero la mayoría logra frenar su hartazgo con el respeto a las instituciones, y como espacio político que restableció la democracia lo celebramos, convocamos a que tengan memoria en los momentos electorales pues siempre estos, son los decisivos para la República”.
