El Senado aprobó esta madrugada, sin el apoyo de la oposición, el proyecto que reordena la justicia penal federal y crea juzgados y cámaras de apelaciones en las provincias, presentado por el Ejecutivo como “reforma judicial” en una sesión especial en la que el oficialismo decidió eliminar la alusión a los medios de comunicación del artículo en el que se obliga a los jueces a denunciar presiones.
La propuesta del Gobierno fue aprobada sin complicaciones por 40 votos afirmativos del Frente de Todos y sus aliados contra 26 votos negativos de la bancada opositora de Juntos por el Cambio, que mantuvo sus cuestionamientos, pese a la modificación introducida a último momento, por considerar que la reforma “no era prioritaria” en medio de la pandemia de coronavirus.
El próximo paso será debatirla en Diputados, donde el camino no está para nada allanado. Ahí será el turno de las negociaciones que deberán tejer el presidente de la Cámara, Sergio Massa y el presidente del bloque oficialista, Máximo Kirchner para buscar el consenso.
Juntos por el Cambio no va a acompañar el proyecto tal cual está y como se aprobó anoche. Tampoco lo hará el interbloque Federal, que conduce Eduardo “Bali” Bucca y que cuenta con el padrinazgo de Roberto Lavagna y el gobernador de Córdoba, Juan Schiaretti. En el interbloque que lidera el mendocino José Luis Ramón hay dos legisladores que tienen decidido no acompañar. En la Izquierda, Romina Del Plá y Nicolás Del Caño adelantaron que tampoco respaldarán el proyecto. Con ese cuadro de situación los números se complicaron.
