La Mañana, el trabajo de transformarse en un medio multimedial

En nuestro 59° aniversario. A nuestros lectores. ¡Mil gracias! - Por Exequiel Pelufo.

Un año más transitando desde el momento en que todos tuvimos que encerrarnos. Ese marzo de 2020 que parece tan lejano pero solo fue hace año y medio nos dejó paralizados, en muchos sentidos. Que difícil fue el momento en que a todos nos cambió la vida de un golpe. Fue como una trompada al mentón, de esas que te cuesta levantarte.

A mí me cambio la vida. Tuve que adoptar un estilo de vida diferente al que acostumbraba, en el que estaba la mayor parte del tiempo en la calle o en la redacción. Quedarse en casa obligado fue el primer golpe. El segundo, el más doloroso para mí, fue ver a La Mañana en terapia intensiva.

¡Cómo me dolió cuando me dijeron que la empresa no daba más!. No solo por el hecho de avistar un futuro sin trabajo sino por el presenciar el fin de una empresa con más de medio siglo de historia. Fue muy difícil de tragar. Era insoportablemente real e impotentemente cierto.

Ahí fue el momento del click, de la madurez de golpe, del salto a la pileta, de pasar de empleado a dueño. Terminamos conformando una cooperativa para sacar a La Mañana de la muerte, de ese letargo en el que estaba. Que difícil fue, solo Dios lo sabe. Fue un trabajo de hormiga.

Y La Mañana también tuvo que adaptarse a ese contexto pandémico, renovándose como un semanario pero también, casi como una obligación generacional, abrazando la virtualidad. Lanzar el portal digital y las redes sociales. Pasar a ser un medio multimedial.

Momento nerd de parte del millennial de la cooperativa: hablar de multimedio es hablar de muchas plataformas física y digitales sobre las cuales trabajar y presentar información. Ya no se trata solo del papel, ahora es hipertexto, video, sonido, infografía, animación, y fundamentalmente papel, por supuesto. Ser multimedial es abarcar a todos los públicos, un desafío siempre difícil y más cuando hay una tradición gráfica de por medio, pero que día a día aceptamos. Hoy llegamos más rápido y más que nunca, pero eso se lo debemos a ustedes, nuestros lectores, que confían en nosotros y por lo cual les estaremos eternamente agradecidos.

Más allá de las complicaciones técnicas, lo cierto es que pudimos mantener algo que es característica fundamental de La Mañana: la búsqueda constante de la objetividad y la seriedad. Eso no ha variado con la nueva administración ni mucho menos fue dejado de lado. Ya sea en el papel o en digital, La Mañana sigue siendo una fuente confiable de información. Al menos, eso es lo que buscamos siempre.

Que difícil fue, solo Dios lo sabe. Reitero, mientras pienso en vos alta. Que difícil fue ese momento de decidir. “Yo entre la nada y lo poco, me quedo con lo poco”, recuerdo que le dije a mi compañero Javier Montebello en la última redacción que tuvimos en la calle Sarmiento cuando decidíamos hacer la cooperativa. Y ese poco fue creciendo, gracias a que la gente sigue confiando en La Mañana, gracias a que en las difíciles la gente siempre está. Ese poco hoy es un poco más grande, más abarcativo, que nos permite crecer a pasos chiquitos y despacito.

Un poco que fue una apuesta, sin dudas una gran apuesta. No sabíamos que iba a pasar, no teníamos la “bola mágica”. Creo que fue el primer momento en que sentí realmente lo que sienten los emprendedores cuando comienzan un proyecto. Miedo, incertidumbre, indecisión, y otros mil sentimientos. ¡Uf! Dios mío. Pero al menos la pileta tenía un poco de agua, y acá seguimos.

En el día de nuestro aniversario, creo que lo que corresponde es decir ¡Gracias! ¡Una y mil veces gracias! A nuestros lectores, a nuestros auspiciantes, a nuestros seguidores en las redes sociales, a los que leen nuestro semanario todos los viernes, a los que se informan todos los días con nuestro digital. A los vecinos de 25 de Mayo, Saladillo y Roque Pérez. ¡Eternamente gracias! ¡Y muy feliz aniversario a todos los veinticinqueños! Un abrazo enorme desde el otro lado del arroyo.

Exequiel Pelufo
Diario La Mañana – Saladillo