Incontinencia urinaria: cuándo consultar y por qué aún es tabú

Se trata de una debilidad de la vejiga que afecta la calidad de vida de una de cada tres mujeres, y uno de cada diez hombres.

La incontinencia urinaria, entendida como la pérdida involuntaria de orina, es una debilidad de la vejiga que afecta la calidad de vida de una de cada tres mujeres y uno de cada diez hombres y, sin embargo, se encuentra subdiagnosticada ya sea por vergüenza o por subestimación.

María Belén Maza, médica uróloga especialista en disfunciones miccionales del Centro Argentino de Urología, echó luz sobre esta condición, que afecta la calidad de vida de muchas mujeres, pero también de varones.

“Muchas personas creen que la incontinencia urinaria es un problema exclusivo de la vejez y de las mujeres, pero, en realidad, puede afectar a personas de ambos sexos, de todas las edades, incluidos jóvenes y niños. Según datos de estudios y encuestas realizadas en varios países, incluida la Argentina, se estima que alrededor del 5-10% de los hombres puede experimentar algún grado de incontinencia en algún momento de sus vidas. Sin embargo, es importante tener en cuenta que estos números pueden variar según la edad y antecedentes médicos”, explicó la especialista.

En ese sentido, desterró un segundo mito que asocia la incontinencia con hacer esfuerzos. Y señaló: “Si bien es cierto que hacer un esfuerzo como toser, correr o reír puede desencadenar pérdida de orina, hay otros síntomas frecuentes como incontinencia de urgencia (“no llegar al baño”), nocturna o, simplemente, no poder reconocer el momento en el que se produce la fuga”.

La médica señaló además que algunas personas creen que se debe únicamente a una debilidad en los músculos del suelo pélvico. En realidad, esto es falso dado que hay varios factores que pueden contribuir a su desarrollo, alteraciones hormonales, enfermedades neurológicas, medicamentos y cirugías previas, entre otros.

Quienes padecen incontinencia urinaria pueden sentirse avergonzados de hablar sobre el tema o de buscar ayuda médica. La percepción general es que la incontinencia urinaria implica una pérdida total de control sobre la vejiga, lo que puede llevar a la idea errónea de que es un problema irreversible.

Es importante destacar que la incontinencia urinaria es un problema médico tratable. Lo primero que hay que hacer es reconocer la causa, averiguar antecedentes médicos y quirúrgicos, y realizar un detallado examen físico para luego elegir la mejor opción de tratamiento, que van desde cambios en el estilo de vida, kinesiología, medicamentos, cirugías que reposicionan órganos o tejidos pélvicos, entre otros.

La elección del procedimiento debe ser consensuada con el paciente, explicarle riesgos y beneficios de cada una de las terapias. En síntesis, vivir con incontinencia de orina no debería naturalizarse dado que tiene solución. (DIB)