La Federación Agraria Argentina conmemora este domingo 15 de agosto un nuevo aniversario de su fundación, resultado inmediato de la epopéyica rebelión del campo argentino ocurrida en 1912 –la mayor en la historia agraria del país- conocida como Grito de Alcorta.
“En este 109 aniversario, los federados venticinqueños queremos rendir homenaje a todos los hombres y mujeres que formaron parte de la historia federada”, indicaron desde la filial que preside Claudio Angeleri.
Y remarcaron “desde aquel 15 de agosto de 1912, donde la FAA inicia su camino gremial en defensa de pequeños y medianos productores del sector agropecuario, lo hicieron incansablemente e ininterrupidamente hasta nuestros dias velando por los derechos e intereses de nuestros agricultires familiares, es nuestro compromiso de seguir con el legado que nos marcaron aquellos pioneros”.
Un poco de historia
En realidad, la entidad había nacido el 1 de agosto de ese año, en una reunión realizada en el salón de la Sociedad Italiana Giusseppe Garibaldi, de la calle Corrientes 1241, de la ciudad de Rosario, donde unos 700 colonos representantes de 87 colonias agrícolas de Santa Fe, Córdoba y Buenos Aires asistieron en respuesta a la convocatoria del Comité de Huelga de Alcorta.
La convocatoria instaba a concurrir a la asamblea “a quienes quieran formar parte de la Federación Unión Agrícola”, tal el nombre pensado originalmente para la futura entidad. En ese encuentro fue derivada en el doctor Francisco Netri la misión de redactar los estatutos sociales y le fue asignada la presidencia provisoria de la entidad.
Fue en esa asamblea que, por sugerencia del delegado de Pergamino, Antonio Noguera, se propone el nombre de Federación Agraria Argentina y cuando el doctor Daniel Infante (representante del Gobierno de Santa Fe, que apoyaba a los agricultores) preguntó si todos estaban conformes en constituir la Federación, los presentes contestaron “con un ¡Si!…que vibró en el espacio”.
Llegó así el 15 de agosto de 1912, cuando en el local de la Sociedad Italiana Unione e Benevolenza de Rosario, se realizó la nueva asamblea a la que asistente noventa delegados con la finalidad de tratar exclusivamente los estatutos de la Federación.
En ese lugar, entonces, inició la historia de 109 años de una entidad señera en la defensa de los derechos de los pequeños y medianos productores del país, esos que con sus familias pusieron el cuerpo y el alma al servicio de la producción agropecuaria, con espíritu de sacrificio, con voluntad de trabajo, con ansias de progresar por encima de todas las vicisitudes que debieron soportar y afrontar.
