“En 25 de Mayo se instauró una nueva causal de despido: ser peronista

Por Walter Carrara, trabajador municipal

En 1990 entré a trabajar a la Municipalidad. Empecé como repartidor de recibos y al año me pasaron a la oficina de Licencias de Conducir donde aprendí todo durante tres años junto a Graciela Echeverría.

En 1995 me fui a estudiar a Tandil, en 2001 regresé y como mi lugar había sido ocupado por Claudio Oxance el Intendente Mariano Grau me reincorporó por mi legajo intachable, esta vez en el Cementerio Municipal donde fui encargado y tuve personal a cargo. Seguí allí por 14 años como administrativo 4, sin poder ascender y sin cobrar por la responsabilidad que tenía.

A pesar de no poder contar con una mejor remuneración ni posibilidades de crecimiento, como tampoco coincidencias ideológicas, nunca tuve inconvenientes durante el Gobierno de Grau ni de Victoria Borrego.

En el 2015 asumió Hernán Ralinqueo, de quien yo no era partidario en ese momento. Por medio de Jorge Lafuente me comunican que podía pasar donde había iniciado, en Licencias de Conducir, porque que se iba a jubilar Graciela Echeverria. Dentro de esos 4 años estuve yendo a los cursos a La Plata e interiorizándome. Junto a los funcionarios gestioné la máquina de impresión, ya que en 25 tardaban un mes en llegar las licencia de conducir. También la máquina psicosensométrico para que los ciudadanos tuvieran que hacer todo en un solo lugar y trabajamos para mejorar el sistema de turnos.

Ningún intendente hasta Ralinqueo en su segundo mandato había reconocido mis años en el Municipio cuando me nombró en 2019 como Subdirector de Licencia de Conducir, a mi junto a otros compañeros municipales en diferentes áreas por la trayectoria que teníamos. Él decía que merecíamos un escalafón más alto por lo que habíamos hecho.

En diciembre de 2023 cambió el Gobierno. Ramiro Egüen demostró no soportar a quienes pensaban diferente y tildó a los trabajadores de ñoquis, estigmatizando y denigrando la condición de los trabajadores del Estado. Comenzó su campaña haciendo hincapié en la persecución que desde el Estado impulsaria contra los trabajadores peronistas porque eran ñoquis y así lastimosamente lo está haciendo.

En mi caso me sacó del área haciéndome un sumario con hechos inventados y causas falsas, un sumario para cumplir las formalidades del despido, en principio un sumario sin ninguna causa. Una sola: el hecho de ser Justicialista. Nieto de una gran dirigente del Peronismo, afiliado , militante y autoridad partidaria.

Este intendente me persiguió desde el día que asumió pero no soy el único, hay muchas familias están destrozadas.

Todo comenzó cuando me citó a su oficina en donde se encontraba con su mujer Schilacci y con Mansilla, ahí me apretaron e intentaron extorsionarme pretendiendo que denunciara algún hecho o circunstancia contra el gobierno de Ralinqueo, que sólo existía en su imaginación.

Allí me dijeron que tenía que renunciar al cargo y salir de licencia o iban a armar una causa, que iban a presentar pruebas contra mí amenazándome con echarme y hacerme una causa penal. Sobre mi persona y contra mi tarea laboral en el municipio. El Intendente en persona se refirió públicamente en el inicio del Honorable Concejo Deliberante y me expuso en redes sociales diciendo que había sido parte de delitos.

Yo tengo 54 años, 27 años trabajando en la Municipalidad. La mitad de mi vida. Soy afiliado Peronista. Desde 2013 a 2021 fui parte del Consejo del Partido Justicialista hasta 2017 en la presidencia de Miguel Di Salvo, desde ese año al 2021 con Hernán Ralinqueo. En los últimos años también participé en la Comisión Directiva del Sindicato de Trabajadores Municipales.

Siempre respeté a todos los intendentes y jamás ninguno hizo algo semejante contra mí como esta persecución, maltrato, discriminación y acusaciones falaces. Finalmente me llega el despido del que fui notificado hace unos días, deduzco por una sola causa: ser Peronista.

Pero no soy el único, muchas familias en estos días pasan la enorme angustia de ser despedidos de forma ilegal, con una enorme impunidad donde el matrimonio Eguen – Squillacci se creen haber adueñado de 25 de Mayo, quienes a través del odio y la violencia despiden a empleados por la simple sospecha de participar o estar vinculado a ideas del Justicialismo o participar de un sindicato.

Ellos hacen un enorme daño a la vida en democracia de nuestra ciudad y es en nombre y representación de la UCR y de Juntos por el Cambio.