En el Ministerio de Economía se trabaja la idea de dar un bono para los trabajadores en negro y monotributistas semejante al Ingreso Familiar de Emergencia (IFE) que se otorgara durante la crisis sanitaria desatada por el coronavirus.
Los salarios del segmento informal, que representa al 35% de los trabajadores según cifras oficiales, solo subieron un 40,7% anual frente al 57,3% del sector formal, de acuerdo al Indec. Según estos datos, los trabajadores en negro perdieron más de 7 puntos contra el índice de precios.
El problema se agrava si se tiene en cuenta que uno de los rubros cuyos precios más subieron son los alimentos, productos a los que estos sectores destinan la mayor parte de sus ingresos. Estudios privados anticipan que, en el primer trimestre del año, la canasta alimentaria subió cerca de 20%.
Tres ediciones
El IFE, calificada como “la prestación económica de mayor alcance de la historia” por ANSeS, se abonó en sus tres ediciones a 8,9 millones de personas.
Entre los beneficiarios, abarcó a trabajadores de la economía informal, monotributistas sociales, monotributistas de las categorías A o B, trabajadoras de casas particulares, personas desempleadas y titulares de la Asignación Universal por Hijo (AUH) y Asignación Universal por Embarazo (AUE).
En principio, la intención del nuevo bono sería no asistir a estos últimos sectores ya que, en los despachos oficiale, consideran que “están siendo asistidos” con las diversas ayudas que se otorgaron. “El problema lo tenemos en los segmentos inmediatamente superiores”, explican fuentes del Gobierno citadas por Ámbito Financiero. De ahí, que estiman la ayuda sería a un universo menor que los casi 9 millones de personas.
El proyecto genera dudas dentro del propio Gobierno, ya que preocupa que la iniciativa pueda tener objeciones por parte del Fondo Monetario Internacional, como así también que no logre pasar el filtro del Congreso.