“El arbolado público constituye un capital ornamental de cada ciudad. Lo podemos encontrar diseminado en las veredas de cada calle, como también en espacios abiertos ya sea plazas parques o patios”, dijeron los ediles radicales de Juntos y Juntos por el Cambio, Sergio Mansilla, Mauricio García y Facundo Fernández, que se reunieron con Guillermo Lance, ingeniero agrónomo residente en la localidad de Norberto de la Riestra.
El encuentro tuvo como eje central el arbolado público. “Las especies más comúnmente utilizadas tienen ventajas comparativas entre sí, por ejemplo, un plátano comúnmente es utilizado para sombreo, una conífera o álamo son utilizados para cortinas y un jacaranda puede ser usado para belleza estética en un parque”, apuntó Lance.
Respecto de los beneficios del arbolado urbano, específicamente en las ciudades, señaló que “aporta oxígeno al aire, protege de los rayos ultravioletas, regula la temperatura y humedad ambiental, filtra la contaminación sonora, disipa la fuerza de los vientos y mejora el paisaje urbano”.
Además, el ingeniero y dirigente radical detalló que “los problemas se pueden sudividir en dos: aquellos que pueden producir efectos subterráneos, mayormente por sus raíces, como es el levantamiento de veredas, obstrucción de conductos cloacales de agua y gas, y también rotura de la cinta asfáltica”
“Si hablamos de la parte aérea se pueden mencionar como precauciones, la obstrucción de cables, fibra óptica, recepción excesiva de aves como palomas y golondrinas y también se pueden mencionar cuestiones de arquitectura del arbolado que pueden ocasionar sus frondosas copas”, añadió.
Mansilla indicó que “en estos últimos días está en boca de toda la palabra censo, la existencia de un censo en el arbolado público, nos permite identificar la interacción que existe entre el arbolado y la población.”
“Para eso se le pregunta a los vecinos qué pretenden del árbol en su barrio y cuáles son los temas que lo atemorizan del mismo”, dijo Fernández.
Acotó García que “se toma nota de todas las especies que hay lugar por lugar y con los datos que se obtengan se podrán tomar conclusiones de cómo actuar en cada zona y en caso de forestar, llevar a cabo una correcta elección de la especie Arbórea”.
Al referirse a las especies, los ediles apuntaron que “hoy podemos encontrar de distintas características, pero se debe considerar que para cada espacio debemos reunir cuestiones como el ancho de la copa y sus limitantes, la quebradura de ramas y posibles vuelcos. Para eso en calles con veredas cortas el diámetro de las copas no debería exceder los 6 metros de altura con un diámetro de copa no mayos a 5 metros (limpiatubos, acacio bocha, olmos)”.
“Para calles con veredas anchas y pequeñas plazoletas las especies a utilizar podrían ser aquellas que su altura no supere los 10 metros y su copa no supere en diámetro los 8 metros. Se pueden mencionar el arce, el nogal, liquidambar, jacarandá, fresno o tilo)”, agregaron.
Y para grandes espacios públicos, dijeron que “se recomiendan especies de mayor envergadura que sería aquellos que superan los 10 metros de altura y con un ancho de copas superior a los 10 metros (plátano y robles)”.
“En distintos lugares de la ciudad especies en lugares equivocados. No es necesario su extracción, pero si debemos controlar su copa”, advirtieron; enumerando que hay podas de formación, de eliminación de partes muertas o residuos menores, de Levantamiento de copas, de raíces. “Todas estas intervenciones de ser llevadas a cabo lo mejor es que sean dirigidas por un profesional capacitado, para evitar muerte y malformación de las mismas. Y toda poda de realizarse debe ser efectuada por municipio o bien ser autorizado”, recordaron los concejales.
“El arbolado público no es para nada un problema, es un capital intrínseco de nuestra comunidad, y el cuidado del mismo debe ser una política de Estado para conservar todos los beneficios que un árbol nos puede dar”, finalizaron.