Roque Pérez convoca el sábado con la 11º edición número de la fiesta más emblemática del Corredor Turístico de la Ruta Nacional 205, “La Noche de los Almacenes”, que se ha convertido en un clásico a nivel provincial y marcará el inicio de la temporada de verano con una amplia variedad de propuestas locales, invitando a locales y turistas a vivir una experiencia única llena de tradición, cultura y sabor.
“Es la celebración más importante de nuestra localidad. La importancia de esta tiene que ver tanto con la difusión y conservación de la cultura y las tradiciones rurales, pero también con el impacto económico que tiene para nuestro distrito un evento de este tipo, ya que se ven beneficiados almaceneros, instituciones locales, alojamientos e indirectamente gran parte los comercios. En esta noche los visitantes podrán disfrutar de nuestros almacenes y pulperías de campo, shows de artistas locales, ferias de artesanos y gastronomía regional”, destacó la directora de Turismo municipal Candela Barreneche.
“La Noche de los Almacenes” transforma a los pintorescos almacenes rurales de la región en el escenario perfecto para disfrutar de la auténtica gastronomía bonaerense y la música local. Tras un año de pausa en 2024, regresa este 4 de enero de 2025 buscando consolidarse como uno de los encuentros más importantes de la provincia. La celebración se extiende hasta el amanecer en los patios de antiguas pulperías y locales de ramos generales, sitios históricos ideales para compartir momentos.
El aroma de la cocina casera, el sonido del folklore y el tango, y la calidez de las tradiciones locales acompañan a los visitantes mientras recorren el circuito de La Paz Chica y Carlos Beguerie. Con empanadas cortadas a cuchillo, fogones encendidos y una inigualable propuesta gastronómica, esta noche mágica invita a descubrir y disfrutar de la esencia del corazón de la pampa bonaerense.
El Almacén de Ramos Generales La Paz, La Estafeta, El Gramiyal, el Bar Lasca y el antiguo Almacén San Francisco, que aún se conserva en adobe como en el 1900, alistan -entre otros- sus tenedores para atender miles de comensales que esa noche de verano buscan no sólo divertirse sino disfrutar de una velada estrictamente campera, con poca luz y mucha imaginación. Algunos de los viejos locales se especializan en cazuelas y picadas y fiambres. En ninguno falta la cerveza artesanal o incorporan cordero o lechón además de nuevos platillos para vegetarianos y celíacos –beneficios de la modernidad.
Camino a la localidad de Beguerie está El Gramillal que cuando abre sus puertas y revoluciona el pueblo ya que instalan mesas y sillas en jardines y patios aledaños porque todos saben que se sirve uno de los mejores asados al asador de la región.