La hermandad como solución en tiempos de pandemia

Por Ramiro Egüen (abogado y dirigente GEN Séptima Sección, ex candidato a diputado)

Los que buscan contribuir desde las instituciones, ONG’s, o desde la política. Las brechas sociales se ven reducidas en comunes denominadores. Una historia y un presente común. Estas bases de compromiso y solidaridad se sustentan en lo identitario.

A nuestras ciudades no sólo las une la vecindad o el Río Salado. Existe una dinámica económica, productiva, educativa, deportiva y social en común, una forma de elegir la vida en colectividades pequeñas dónde las relaciones son más estrechas y la representación más visible.

Es importante que determinadas fechas de júbilo sean festejadas de manera merecida. Ello ayuda a reflexionar el pasado pero también el presente y el futuro. Hace a la unidad comunitaria, suma a la la expresión ciudadana, y a sostener las tradiciones autóctonas que compartimos.

Es Roque Pérez un distrito con historia, con gente dispuesta a entregar lo mejor de cada quién para engrandecer el colectivo, y al igual que en 25 de Mayo, lugar en el que nací, todos nos conocemos, nos identificamos, nos saludamos por nuestro nombre y por sobre todas las cosas, nos parecemos.

Nos parecemos porque nos unen la mismas costumbres, la misma mística que sobrevuela las calles. La plaza, la iglesia, el Palacio Municipal, el centro cívico y las instituciones locales, de alguna manera nos hacen ser quiénes y cómo somos.

Tierra y asfalto, casas que han quedado algunas suspendidas como consecuencia del paso del tiempo, y hoy de una pandemia que nos golpea pero no nos derriba, y nos obliga a posicionarnos desde otro lugar, a repensarnos.

Muchas veces vimos el panorama más complicado desde el interior de la Provincia, por olvidos de la dirigencia política (de todos los colores y de todos los tiempos).

La falta de descentralización real de recursos y servicios es un problema vigente que compartimos. Para hacer determinados trámites, subiste una dependencia con otra gran ciudad cercana o la capital.

Son momentos difíciles para todos, pero no debemos perder esta mirada introspectiva pero no menos futurista que, en otros tiempos fueron las que motivaron las grandes voluntades de hombres y mujeres que dieron origen a estos pueblos del interior bonaerense.

Cada vecino como engranaje de un enorme sistema de relaciones entrecruzadas, sustentados en la solidaridad, hacen a diario al caminar de estas ciudades, y sobretodo en el actual contexto, donde las desigualdades y desventajas antes mencionadas, hoy se transforman en ventajosas para sus habitantes.

La propuesta es repensarnos para mejorar como personas en sentido individual pero que ello indefectiblemente se traducirá en el colectivo, para brindarnos al otro, para ayudar a quienes menos oportunidades tienen, para aportar a un caminar más unidos, más igualitario y más homogéneos.

Este escenario sanitario y económico nos deja este gran desafío que es resurgir. Nunca es fácil eso, pero es posible si apelamos a nuestras valores más intrínsecos, a lo que nos identifica, porque eso nos demuestra que ya en el pasado lo hicimos, y hoy también podremos.

Aunque parezca irrazonable, serán los sentimientos mas primarios los que nos depositarán en la reconstrucción de lo sucedido.

La historia nos enseña más del futuro que del pasado, si somos capaces de aprender de los errores y no repetirlos. Somos dos Ciudades aledañas, hermanas por ubicación y por elección. ¡Feliz aniversario al pueblo de Roque Pérez!