El grupo ECOS de Saladillo, junto a vecinas y vecinos afectados por fumigaciones en loteos, presentaron este mediodía un proyecto de ordenanza al Concejo Deliberante donde piden una actualización de las zonas loteadas denominadas como urbanas, a fin de evitar que se fumigue con agrotóxicos a vecinos.
Gabriel Arisnabarreta, presidente de ECOS, informó que la situación “es dramática desde hace mucho tiempo” ya que se lotean las chacras pero no se actualiza la zonificación, por lo que los fumigadores que aplican productos a los campos lindantes terminan por intoxicar a los vecinos que se instalan en estos nuevos lotes.
“Los fumigadores llegan con una habilitación del mismo Municipio, porque la chacra no está zonificada como zona urbana. Esto es incomprensible, porque por un lado autoriza que viva gente en los nuevos loteos y por otro lado autoriza fumigar”, dijo.
Asimismo insistió en que no es solo un problema de algunos barrios nuevos, ubicados en la periferia de la ciudad, sino de todos los loteos que se formaron en los suburbios.
Lo que plantea la ordenanza propuesta, indicó, es que cuando se realice un nuevo loteo se actualice la zonificación de forma automática y que se la considere “zona urbana”, con lo cual se corre el límite permitido para la fumigación.
Algunos de los vecinos afectados por esta problemática, ubicados en el barrio “La Laguna” o en un loteo en la prolongación de avenida Frocham a la altura de la planta de cloacas, brindaron ejemplos de la situación en la que viven, donde propietarios de campos realizan fumigaciones con personas viviendo a muy poca distancia, y como consecuencia de los vientos el producto químico llega a sus viviendas. Esto también se repite en escuelas rurales, donde hay campos sembrados a muy corta distancia. “Una vez fumigaron cerca y uno de los nenes de la escuela termina con Diabetes”, relató una vecina y maestra rural.
“Pedimos esta actualización para que no envenenen a la gente, para que no sean pulverizadas con veneno. Cada vez que fumigan nuestros pozos de agua son contaminados, así como nuestras tierras, nuestras huertas, animales y el aire. ¡¿Hasta cuanto más nos van a envenenar?!”, dijo una vecina del barrio La Laguna, sector que no está considerado como zona urbana por el Municipio.
