Dos jóvenes de Saladillo recibieron varios impactos de balas de goma y la familia, a través de la abogada Graciela Achábal, denunció a la Policía por abuso de autoridad.
El hecho sucedió este fin de semana, cuando Sebastián Lagraña y otro joven habían salido de la casa de un familiar y se desplazaban en moto. De pronto, en Saavedra y Mariano Acosta, agentes policiales a bordo de un vehículo comenzaron a perseguirlos.
Un par de cuadras más adelante, los interceptaron, los chocaron y a uno de ellos le pegaron al menos 20 balazos en las piernas y el abdomen.
Al verlo herido y tirado en el piso, un vecino de la zona llamó a una ambulancia y Lagraña fue hospitalizado. Más tarde, regresó a su casa y la Policía envió un patrullero para tratar de llevarlo a la Comisaría.
“Mi nieto está muy dolorido. Lo que han hecho estos policías no tiene nombre. Lo balearon salvajemente. Voy a ir con esto hasta las últimas consecuencias”, repudió indignada hace instantes Gladys Muñoz, al acercarse con la abogada y Claudia, madre de Sebastián, hasta la Fiscalía N° 1, a cargo de la doctora Patricia Hortel.
A raíz de la denuncia, la fiscal inició actuaciones de oficio. Además, la abogada pidió que se individualice el auto y se identifique a los uniformados que cometieron el abuso de autoridad y las lesiones.
Achábal, que esta mañana se acercó hasta la seccional para hablar con las autoridades policiales, manifestó que lo ocurrido es de una “gravedad institucional importante”.
También indicó que a Sebastián no le labraron ningún tipo de denuncia ni de instrucción, tras atacarlo a balazos. Una vez que esta situación tomó estado público, la Policía inició una causa por infracción al aislamiento social, preventivo y obligatorio y por resistencia a la autoridad.
“Claramente, hay una desproporción abismal entre los fines y los medios. Si alguien está tratando de hacer un acta por una infracción, mal puede perseguir a dos personas en una moto, chocarlas y rematar a una de ellas en el piso. Es evidente que hacia esta familia hay un ensañamiento por portación de apellido”, cuestionó la letrada,
Y aclaró que Sebastián no tenía antecedentes penales ni venía de cometer ningún ilícito. “La Policía actuó desproporcionadamente y puso en peligro la vida de este joven, que quedó inconsciente en el piso y abandonado”, aseguró.
