De juntar cartones a ser campeón del mundo de boxeo: murió Horacio Accavallo

El exboxeador peso mosca falleció a los 87 años. En 1966 se consagró como el segundo campeón mundial argentino al vencer al japonés Katsuyoshi Takayama. Superó sus orígenes en la pobreza hasta llegar a lo más alto.

Horacio Accavallo, campeón mundial de boxeo de peso mosca entre 1966 y 1968, falleció en las últimas horas a los 87 años tras padecer durante casi una década el mal de Alzheimer, anunció su hijo.

“Así te voy a recordar viejo! Con los brazos en alto como un Campeón. Gracias por tus enseñanzas y por inculcarme tus valores. Descansa en paz”, escribió Horacio Accavallo Jr. junto a una foto de su padre en su cuenta de la red social Instagram.

Accavallo falleció el mismo día del aniversario de una pelea histórica, aquella del 14 de septiembre de 1923, en el estadio Polo Grounds de Nueva York, cuando el boxeador juninense Luis Ángel Firpo tiró del ring a Jack Dempsey.

En la historia

Acavallo quedó en la historia como el segundo campeón mundial de boxeo de la Argentina (el primero fue el mosca Pascual Pérez) al vencer el 1º de marzo de 1966 en Tokio al japonés Katsuyoshi Takayama, cuando ya tenía más de 30 años.

En aquella pelea en la capital nipona Accavallo ganó el título en un fallo dividido por puntos con tarjetas a su favor de 73-69 y 74- 67 y la restante en contra 71- 70.

El campeón defendió el título del mundo por primera vez el 15 de julio de 1966 frente al japonés Hiroyuki Ebihara, la segunda fue el 10 de diciembre de 1966 ante el mexicano Efren “El alacrán” Torres y la tercera y última el 12 de agosto de 1967 nuevamente ante Ebihara, todas en el Luna Park y por puntos.

El 11 de octubre de 1968 Accavallo se retiró del boxeo con el título del mundo en su poder, culminando su carrera con un palmarés de 83 combates, con 75 triunfos (34 por nocaut), dos derrotas y seis empates.

Según cuenta Cherquis Bialo, tras un entrenamiento de cara al combate programado por el campeonato del Mundo frente al brasileño Manuel Severino, Accavallo le anunció a Tito Lectoure: “No voy a pelear contra el brasileño, lo siento, no voy a pelear más. Estoy notando que me pegan muchachitos que antes no me hubiesen llegado; estoy lento y prefiero retirarme siendo campeón del Mundo y no defraudar a la gente que pagará para alentarme y verme ganar”.

Ciruja, faquir, trapecista, boxeador, empresario, actor

Horacio Accavallo había nacido en Villa Diamante, en Lanús, el 14 de octubre de 1934. Era pequeño de contextura física pero gigante de corazón. Sus padres eran un italiano y una española, ambos analfabetos.

Hincha de Racing y apodado “Roquiño”, sufrió una dura infancia junto a cuatro hermanos juntando cartones en el depósito denominado “La Quema”, dedicándose luego a ganarse la vida como botellero y lustrabotas.

Más tarde llegó a ser admitido en el circo Sarrasani como faquir, saltimbanqui, equilibrista y trapecista. En el medio quedó su ilusión de ser el wing izquierdo de Racing, donde se probó varias veces. Luego encontró su salida en el boxeo de la mano del maestro José Ricardi de Lanús.

En una década, entre 1956 y 1966, y con 70 peleas a cuestas, logró la corona mundial de los moscas en Tokio.

Cuidó muy bien el dinero ganado: llegó a tener 32 locales de venta de indumentaria deportiva y creó la fábrica de calzado Jaguar.

Accavallo también fue actor: en 1968 formó parte de la película “Destino para dos” y en 1980, en la primera edición de los Premios Konex, recibió un Diploma al Mérito como uno de los cinco mejores boxeadores de la historia en Argentina.

No obstante, la peor derrota en la vida de Accavallo, casado con Ana María Sawicz, fue la muerte de uno de su hijos (tuvo cuatro), Silvana, a los 47 años, quien falleció atropellada por una camioneta el 9 de junio de 1998 a metros del comercio de ropa deportiva del padre. (DIB) MM