¿Ahora hay más chicos que necesitan anteojos en comparación con otras épocas? Es difícil saber, pero lo cierto es que hoy sí existe un control más frecuente y estandarizado, que redunda en una detección más temprana de defectos visuales, lo que puede dar la impresión de que se han reproducido los niños con anteojos a nuestro alrededor.
De hecho, la prevalencia de ceguera y discapacidad visual de todo tipo ha disminuido en el mundo y en nuestra región en los últimos 25 años.
Así lo afirmó Betty G. Arteaga, médica oftalmóloga del Hospital Italiano de Buenos Aires, quien reiteró que “los controles son importantes y deben realizarse obligatoriamente al inicio de la primaria para detectar cualquier tipo de trastorno visual”.
“Las estadísticas muestran que un 25% de la población estudiantil puede tener problemas visuales no detectados, siendo los más frecuentes la miopía (ver mal de lejos), la hipermetropía (problemas de enfoque), el astigmatismo (ver desdibujado de lejos y cerca), o la ambliopía, comúnmente llamado ‘ojo vago, débil o perezoso’”, indicó.
En ese sentido, dijo que “es importante detectar los defectos visuales a tiempo ya que al no ser corregidos generan una estimulación visual deficiente durante el crítico período de desarrollo y plasticidad cerebral que ocurre durante los primeros 8 años de vida y falta de estímulo resulta en un ojo que no desarrolla su visión normal durante la infancia (ambliope o perezoso)”.
Los problemas relacionados con la visión durante los años de crecimiento pueden impactar significativamente en el bienestar de los más chicos. El 80% de la información que recibimos llega a nuestro cerebro a través del sentido de la vista. Cualquier problema no detectado durante la etapa escolar de los niños impacta sustancialmente en su comportamiento en general y en sus logros académicos en particular.
Sin una visión clara un chico puede no ser capaz de ver el pizarrón y desempeñarse correctamente en la escuela o hacer deportes, jugar e interactuar socialmente con su entorno, disminuyendo su calidad de vida.
“Todo esto puede llevarnos a creer que un niño tiene problemas de conducta o de aprendizaje cuando en realidad la dificultad puede radicar en un problema de visión pasado por alto”, indicó la especialista.
La visión en números
-165 millones de niños en el mundo tienen miopía en la actualidad y se estima que pueden llegar a 275 millones para el 2050.
-44% menos chance de reprobar una cursada escolar tienen los niños que usan anteojos recetados.
-Gran porcentaje de las personas que tienen disminución visual provienen de países de bajos o medios ingresos.
Para mantener una buena salud visual, Arteaga recordó las cuatro “P” recomendadas por la Agencia Internacional para la Prevención de la Ceguera:
1- Prevenir:
-Comer sano
-Adoptar hábitos saludables
-Jugar en exteriores
-Reducir el tiempo de exposición a las pantallas
2- Proteger:
-Usar anteojos de sol de calidad
-Usar antiparras apropiadas según el tipo de deporte que se practique
3- Preservar:
-Realizar los controles médicos rutinarios
-En caso de tener anteojos prescriptos, usarlos según consejo médico
-No colocar medicación en los ojos sin realizar una consulta médica
4- Priorizar:
-Su salud visual: el control oftalmológico anual es tan importante como cualquier otro control médico de rutina.
-Todo chico debe realizar un control antes de iniciar el año escolar a fin de detectar tempranamente defectos visuales que puedan impactar en su aprendizaje.
-No debemos ignorar señales que indiquen disminución visual.
Recordemos que un chico puede necesitar un control visual si:
-Fue prematuro
-Tiene dificultades en su desarrollo y aprendizaje
-Si sus padres o hermanos necesitan anteojos
-Si se queja de molestias oculares como enrojecimiento, ardor, lagrimeo, desviación ocular o tiene necesidad de frotarse frecuentemente los ojos.
-Si necesita acercarse a la televisión o a los objetos para verlos.
-Si necesita mover la cabeza o entrecerrar los ojos para definir objetos.
-Si se queja de dolor de cabeza, cansancio visual o visión doble.
Algunos tips
-Jugar al menos 1 a 2 horas en exteriores: se ha probado que esto reduce el riesgo de miopía.
-Tomar pequeños recesos mirando lo más lejos que se pueda cuando se hace la tarea.
-En la computadora usar la regla del 20/20: cada 20 minutos, mirar a la distancia por 20 segundos antes de retomar tu trabajo. (DIB)