Buscando escuelas: Ayudas para una elección compleja

Como adultos responsables de los niños no perdamos de vista las características que nuestros niños tienen

Pensar en la escuela para sus hijos no es algo sencillo. Lo emocional nos puede jugar una mala pasada. Muchas veces creemos que la mejor escuela es aquella donde nosotros fuimos alumnos. O, por el contrario, la descartamos de plano. Por lo mismo, no decida sin pensarlo bien. Es una elección que va a definir una relación de años. No va a encontrar la escuela “ideal”, pero trate de elegir lo mejor de lo disponible.

El sistema educativo de la provincia de Buenos Aires tiene la misma propuesta educativa para todas las escuelas. Es tan cierto como que la gestión en cada una de ellas hace que la enseñanza no cumpla con los mismos estándares de calidad. Muchas familias eligen aquellas que tienen, en el imaginario popular, una valoración positiva. Pero no siempre se corresponde con la actualidad. Los proyectos para la gestión de la enseñanza es una herramienta para la organización interna de la vida escolar, se basa en las evaluaciones de años anteriores y en las expectativas futuras en el corto, mediano y largo plazo. Parece algo sencillo, pero requiere de la capacidad de conducción y liderazgo del equipo de gestión. ¿Por qué hablo de esto?

Bueno, un buen equipo de gestión puede hacer la diferencia en una escuela “no tan elegida”. Y, por el contrario, un equipo mediocre puede hacer que desciendan las expectativas en los proyectos áulicos de “las mejores escuelas”. ¿Entonces como pensar esto? Trate de contactarse con familias conocidas que tengan niños en esa escuela para que les cuenten sus experiencias. Básicamente si aprende y si las propuestas les generan problemas. Pero lo más importante es que entre a la escuela y pida una entrevista antes de hacer la inscripción. Mire el estado general de la escuela. Puede que todo no sea nuevo, pero es fundamental que todo luzca ordenado y limpio. No tendría que sorprenderse de encontrar alguna cartelera, e incluso materiales producidos por los alumnos y docentes en los salones y pasillos. Si usted va en horario de clase, escuche. Una escuela silenciosa siempre llama la atención. Piense en su hijo en ella, en silencio. Es esperable escuchar a los niños y a los adultos hablando, no gritando.

Hay quienes creen que el tamaño de la escuela determina la calidad de la enseñanza. Tener muchos o pocos alumnos y docentes, no debería ser una variable de calidad. Muchas veces pensamos que la calidad escolar esta dada por la cantidad de aprendizajes, cuando en realidad lo define el desarrollo potencial de las capacidades de cada niño. Es sumamente complejo y depende no solo de los docentes, sino de la conducción. Una escuela con pocos alumnos puede que tenga menos personal, pero el trabajo en realidad es el mismo. Una escuela rural que tiene una docente a cargo de dos o tres años (antes eran grados) debiera poder desarrollar las capacidades que sus alumnos tienen, del mismo modo que una escuela grande que tiene mayor dotación de recursos humanos.

Es imposible desprendernos de la carga emocional que nuestra propia experiencia como alumnos. Si aprendimos mucho o no suele quedar en segundo plano. Lo que prevalece es si fuimos mas o menos felices. Y en eso aparece la escuela en un sentido de comunidad. Por eso deténgase a ver si ya hay en esa escuela otros familiares o hijos de amigos, o si es elegida también para otros niños que han compartido el Jardín Maternal o el Jardín de Infantes, o son vecinos con quienes suelen socializar. Cuando usted hace la inscripción deberá completar una breve entrevista. Esa puede ser la oportunidad para preguntar algunas cuestiones relacionadas con la convivencia en la escuela, sobre todo en las formas en que resuelven los conflictos. Siempre queremos que nuestros hijos estén cuidados, no solo para nuestra tranquilidad, sino por la felicidad de ellos.

El tema de la distancia no es algo que debe dejar de lado. La ciudad no tiene transporte publico de pasajeros, casi no hay transporte de colectivos escolares, por lo que, si no contamos con transporte propio, implicará un esfuerzo extra a diario. Las escuelas primarias están estratégicamente mejor ubicadas en diferentes barrios. En el caso de las secundarias este es un tema que no debería pesar tanto en la elección, porque tienen orientaciones o modalidades. Ya comienzan a delinearse los proyectos futuros: agrarias, técnicas, humanas, artísticas, educación física, diseño, ciencias naturales, comunicación. No es tan difícil reconocer que preferencias tiene su hijo. Si tiene dudas, y del ingreso al nivel secundario hablamos, haga una retrospectiva de la primaria y dialogue sobre que materias le resultan más fáciles o del agrado.

Como adultos responsables de los niños no perdamos de vista las características que nuestros niños tienen. Las escuelas primarias no tienen orientaciones, por lo que, si queremos que el niño aprenda por ejemplo sobre un instrumento musical, o algo especifico, tendremos que buscar “por fuera” propuestas artísticas, culturales o deportivas. Si esas actividades están en el mismo horario del funcionamiento de la escuela, no es algo tan fácil de resolver. Con el cumplimiento de las leyes, muchas escuelas están modificando la carga horaria. Algunas agregaron una hora, pero otras van por la doble jornada. Por eso, cuantas más actividades tenga, más importante es anticipar el tema horario. En esto también es importante ver la dinámica familiar. Si hay adultos disponibles para acompañar a los niños, o no. Una escuela de doble jornada abre la posibilidad de que estén no solo cuidados, sino incluidos en propuestas pedagógicas. Los Centros Educativos Complementarios funcionan a contra turno de la escuela y ofrecen recuperar los saberes dados en las escuelas mediante talleres diversos y actividades sociales, culturales y deportivas. Son una propuesta interesante cuando la escuela que elegimos es de jornada simple (4 horas) y los adultos de la casa deben trabajar.

La escuela es un lugar habitado por niños durante una parte importante de sus vidas. No decida tan rápidamente. La idea es que aprenda para desempeñarse con éxito en la vida. Que aprenda y sea feliz. Porque si hay algo que la escuela deja son huellas que van más allá de lo pedagógico exclusivamente.

Alejandro Serafini
Profesor en Psicopedagogia
Licenciado en Gestión Educativa (UDE)