Imprevistamente, sin existir información oficial, la vicepresidenta de la Nación, Victoria Villarruel, estuvo hoy en Saladillo. Visitó el CFR Las Margaritas, recorrió la planta industrial del Frigorífico Regional Saladillo (FRS), el CFR Saladillo y trascendió que antes de partir iría a la empresa Cicaré Helicópteros. No mantendría reunión con el intendente José Luis Salomón.
Hay muchas especulaciones respecto a su sorpresiva visita. ¿Cuestiones políticas partidarias? ¿Por qué Saladillo?
Distanciada del Gobierno y enfrentada con el presidente Javier Milei -quien ni siquiera la saludó en el último acto oficial-, Villarruel avanzó recientemente con una purga de colaboradores en el Senado, despidiendo a una docena de empleados que habían llegado de su mano en los albores de su gestión y que formaban parte de los denominados “Villarruelines”.
Los medios nacionales apuntaron que la caída de este grupo se suma a la salida intempestiva de otros funcionarios de mayor rango en el esquema de colaboradores cercanos a Villarruel, como Juan Martín Donato, sindicado como líder de los Villarruelines” que estuvo al frente de la Oficina de Atención Ciudadana; y Gaspar Bosch, ex director de Comunicación Institucional y principal vocero de prensa de Villarruel.
Ayer, al tiempo que viajaba a Saladillo, se anotició de una renuncia. A solo un mes de su nombramiento, Eduardo Viramonte Olmos dimitió al cargo de Secretario Administrativo del Senado, con el argumento de no contar “con las facultades necesarias para el ejercicio” de la función.
